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miércoles, 23 de octubre de 2013

ARTERIOESCLEROSIS

ARTERIOESCLEROSIS, EL TRABAJO CONCLUIDO DE UNA INDUSTRIA QUE TRABAJA EN SILENCIO LAS 24 HS AL DÍA, “EL COLESTEROL”. PERO, CUALES SON LAS ENFERMEDADES GRAVES QUE DESENCADENAN DE LA ARTERIOESCLEROSIS. LA PREVENCIÓN COMO HERRAMIENTA FUNDAMENTAL. TIPS DE ALIMENTOS A INCORPORAR PARA COMBATIRLA. LA REFLEXOLOGÍA Y SU SECUENCIA Y EL YOGA DICE PRESENTE.

Arterioesclerosis es una afección en la cual la placa se deposita a lo largo de las paredes de las arterias. Placa es una sustancia pegajosa compuesta de grasa, colesterol calcio y otras sustancias que se encuentran en la sangre. Con el tiempo, esta placa se endurece y angosta las arterias. Eso limita el flujo de sangre rica en oxígeno y puede llevar a problemas graves como:
• Enfermedad de las arterias coronarias. Estas arterias llevan sangre a su corazón. Cuando se bloquean, usted puede sufrir una angina o un ataque cardíaco.
La enfermedad de las arterias coronarias (EAC) es el tipo más común de enfermedad cardiaca. Es la principal causa de muerte entre los hombres y las mujeres en los Estados Unidos.
La EAC ocurre cuando las arterias que suministran la sangre al músculo cardíaco se endurecen y se estrechan. Esto se debe a la acumulación de colesterol y otros materiales llamados placa en la capa interna de las paredes de la arteria. Esta acumulación se llama arterioesclerosis. A medida que esta avanza, fluye menos sangre a través de las arterias. Como consecuencia, el músculo cardíaco no puede recibir la sangre o el oxígeno que necesita. Eso puede conducir a dolor en el pecho (angina) o a un infarto. La mayoría de los infartos ocurren cuando un coágulo súbitamente interrumpe el suministro de sangre al corazón, causando un daño cardíaco permanente.
Con el tiempo, la EAC también puede debilitar el músculo cardíaco y contribuir a la presencia de insuficiencia cardiaca y arritmias. Insuficiencia cardiaca significa que el corazón no puede bombear la sangre adecuadamente al resto del cuerpo. Las arritmias son cambios en el ritmo normal del corazón.

• Enfermedades de las arterias carótidas. Estas arterias llevan sangre a su cerebro. Cuando se bloquean, usted puede sufrir un ataque cerebral.
Las arterias carótidas son dos grandes vasos que se encuentran en el cuello. Suministran sangre al cerebro. Si existe una enfermedad en la arteria carótida, la arteria se estrecha, generalmente por la arterioesclerosis. Esto es la acumulación de colesterol y otros materiales en una arteria. Si un coágulo de sangre se adhiere a las paredes de las arterias estrechadas la sangre no puede llegar al cerebro. Ésta es una de las causas de un derrame.
La enfermedad de la arteria carótida no suele causar síntomas, pero existen pruebas que le indican al médico su presencia. Si las arterias están muy estrechadas, es posible que se requiera una operación llamada endarterectomía para eliminar la placa. Para que el estrechamiento sea menos severo, se puede administrar una medicina que prevenga la formación de coágulos y así reducir el riesgo de derrames. Otra opción para las personas que no pueden operarse es la angioplastia carotídea. Este procedimiento implica la colocación de globos y/o stents en la arteria para abrir la arteria y mantenerla abierta.

• Enfermedad arterial periférica. Estas arterias están en sus brazos, piernas y pelvis. Cuando se bloquean, usted puede sufrir adormecimiento, dolor y a veces infecciones.
La enfermedad arterial periférica (EAP) ocurre cuando existe un estrechamiento de los vasos sanguíneos fuera del corazón. La causa de EAP es la arterioesclerosis. Esto sucede cuando la placa, una sustancia compuesta por grasa y colesterol, se acumula en las paredes de las arterias que abastecen la sangre a los brazos y las piernas. La placa hace que las arterias se estrechen o se obstruyan. Eso puede disminuir o interrumpir el flujo de la sangre, generalmente hacia las piernas, provocando dolor o entumecimiento. Cuando la obstrucción del flujo sanguíneo es lo suficientemente grave puede causar la muerte de los tejidos. Si estos cuadros no se tratan, puede ser necesario tener que amputar el pie o la pierna.
Una persona con EAP también tiene un mayor riesgo de infarto, derrame y ataque isquémico transitorio. Con frecuencia la acumulación de placa en las arterias puede detenerse o revertirse con cambios en la dieta, ejercicio y esfuerzos para disminuir los niveles elevados de colesterol y la hipertensión arterial.

Tratamiento

El tratamiento para la enfermedad arterial periférica incluye:

• Modificar los factores de riesgo: Dejar de fumar puede reducir los síntomas de la claudicación intermitente . También es importante bajar los niveles de colesterol , mantener la presión arterial en el nivel normal y controlar la diabetes. Hable con su médico sobre la mejor manera de hacerlo.
• Programas de ejercicio físico. Los estudios han mostrado que aquellas personas que realizan ejercicio físico pueden duplicar la distancia para caminar antes de empezar a sentir dolor en la pierna. Trate de ejercitarse 30 minutos al día, como mínimo. Es posible que necesite descansar con frecuencia si le duelen las piernas. Incluso si tiene que detenerse unos minutos, no lo suspenda. Cualquier actividad es buena. La mayoría de las personas eligen caminar y encuentran que hacerlo en una pista o en una cinta caminadora es más fácil que caminar sobre el pavimento. También podría usar la bicicleta y nadar.
• Medicamentos. Los medicamentos pueden ayudar a aliviar los síntomas y, posiblemente, contribuyan a retardar el avance de la enfermedad. Es probable que el médico le aconseje tomar una aspirina todos los días o tomar otro medicamento anticoagulante, como el clopidogrel (Plavix). Los medicamentos, como el cilostazol (Pletal) y la pentoxifilina (Trental), también pueden ayudar a disminuir los síntomas de la claudicación intermitente.
• Procedimientos de revascularización: El objetivo de la revascularización es mejorar la circulación, ya sea al abrir las arterias estrechas o al derivar la parte estrecha de la arteria. Estos procedimientos incluyen técnicas quirúrgicas y no quirúrgicas, y se usan en personas que tienen síntomas intensos o progresivos, o que tienen dolor en las piernas cuando están descansando. El procedimiento no quirúrgico más común es la angioplastía transluminal percutánea, también llamada angioplastía con balón. Se inserta un catéter dentro de la arteria estrcha y se infla un balón pequeño para abrir los vasos . A menudo, se utiliza un implante metálico llamado endoprótesis vascular para sostener la pared de la arteria luego de abrirla con el balón. En algunas personas debe hacerse una derivación quirúrgica del vaso estrecho, con una parte de vena tomada de la pierna o con un injerto sintético.


Generalmente, la arterioesclerosis no presenta síntomas hasta que una arteria se estrecha demasiado o totalmente. Mucha gente no sabe que sufre esta condición hasta que tiene una emergencia médica.
Un examen físico, diagnóstico por imágenes y otro tipo de pruebas diagnósticas pueden revelar si usted sufre de arterioesclerosis. Los tratamientos incluyen medicamentos, procedimientos médicos y cirugía. Un cambio en el estilo de vida también puede ayudar. Esto incluye una dieta sana, ejercicio, mantener un peso saludable, dejar de fumar y manejar el estrés.

ATENCIÓN A LA HIPECOLESTEROLEMIA

Qué es?

La hipercolesterolemia consiste en la presencia de colesterol en sangre por encima de los niveles considerados normales. Este aumento, que se asocia a problemas coronarios, depende de la dieta, el sexo, el estilo de vida y la síntesis endógena. De esta manera, en la concentración de colesterol en sangre intervienen factores hereditarios y dietéticos, junto a otros relacionados con la actividad física.

Causas

Entre los factores que influyen en el incremento del nivel de colesterol se encuentran:
• Dietas inadecuadas: La ingesta abusiva de grasas animales o alcohol ocasiona que el organismo consuma primero otros tipos de nutrientes favoreciendo que el colesterol no se degrade y se acumule en las arterias.
• Enfermedades hepáticas, endocrinas y renales y la administración de ciertas sustancias aumentan la síntesis de la lipoproteína LDL, que transporta el colesterol perjudicial para el organismo.
• Hipercolesterolemia familiar: Se trata de una enfermedad hereditaria ocasionada por un defecto genético que impide que el colesterol LDL sea degradado, con lo que los niveles de colesterol aumentan progresivamente. En estos casos es frecuente la mortalidad temprana por infarto de miocardio o el engrosamiento de las arterias causado por la arterosclerosis.

Tipos de Hipercolesterolemia

El volumen de colesterol circulante depende de su absorción intestinal, la síntesis endógena, la captación tisular, el estado del metabolismo lipoproteico y la excreción biliar. En definitiva, el nivel de colesterol dependerá de los alimentos ingeridos y la capacidad de absorción de los receptores específicos. Asimismo, se pueden distinguir dos tipos de hipercolesterolemia:
• Primaria: derivada de problemas en los sistemas transportadores del colesterol y factores genéticos. En este tipo de hipercolesterolemia se enmarcan las dislipidemias.
• Secundaria: el aumento de colesterol se asocia a ciertas enfermedades hepáticas (hepatitis, colostasis y cirrosis), endocrinas (diabetes mellitus, hipotiroidismo y anorexia nerviosa) y renales (síndrome nefrótico o insuficiencia renal crónica). Además, existen algunas sustancias que pueden aumentar los niveles de colesterol LDL (colesterol de baja densidad conocido como ‘colesterol malo’) favoreciendo el desarrollo de hipercolesterolemia, como los esteroides anabolizantes, los progestágenos, los betabloqueantes y algunas sustancias hipertensivas.

Formas graves

Existen numerosos trastornos que pueden ocasionar hipercolesterolemias graves, si bien su desarrollo se debe normalmente a factores genéticos. Dentro de las formas más importantes de colesterolemia se encuentran la hipercolesterolemia familiar, la hipercolesterolemia poligénica grave, y la hipercolesterolemia familiar combinada.

Hipercolesterolemia familiar: Consiste en un trastorno grave ocasionado por una serie de mutaciones en el gen receptor de las lipoproteínas de baja densidad que transportan el colesterol. Afecta a una de cada 500 personas y los expertos estiman que más de un millón de españoles sufren hipercolesterolemia familiar, aunque el 70 por ciento de ellos no están diagnosticados ni en tratamiento. Existen formas heterocigóticas y homocigóticas de la enfermedad. En la forma heterocigótica el enfermo sólo tiene la mitad del número normal de receptores LDL y puede detectarse en neonatos.
En estos casos el nivel de colesterol se sitúa entre los 300 y 500 miligramos por decilitro (mg/dl). La consecuencia de este trastorno es el desarrollo de enfermedad coronaria precoz, que en los hombres aparece entre la cuarta y quinta década de vida, y en las mujeres se manifiesta una década más tarde. Según los últimos estudios, el 75 por ciento de los hombres con hipercolesterolemia familiar que no han sido tratados tendrán un infarto antes de los 60 años, y las mujeres antes de los 70. Además de la dieta, esta forma de hipercolesterolemia requiere tratamiento farmacológico.
La mayor parte de los enfermos responden a una monoterapia con resinas, ácido nicotínico o estatinas, aunque en los casos graves es necesario dos o incluso las tres sustancias de forma combinada. En la forma homocigótica se da una ausencia casi total de la superficie celular que eliminan las LDL. Se da en uno de cada millón de habitantes y los afectados tienen una concentración de colesterol que oscila entre los 700 y los 1.200 mg/dl. Provoca arterosclerosis precoz grave, que puede manifestarse en las primeras décadas de vida. La escasa actividad de los receptores provoca que sean resistentes a las dietas y los fármacos destinados a reducir los niveles de colesterol. Para tratar este trastorno se utiliza probucol, aunque también se ha recurrido al trasplante hepático para proporcionar los receptores LDL que faltan. Este tratamiento reduce el colesterol LDL y aumenta la respuesta a los fármacos hipocolesterolemiantes. Sin embargo, requiere un estrecho control del órgano trasplantado, para lo que se necesita una inmunosupresión continuada.

Hipercolesterolemia poligénica grave: Se caracteriza por un nivel elevado de colesterol-LDL causado por factores genéticos y ambientales. Está asociada a un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares y cerca del siete por ciento de los familiares de primer grado de pacientes con una hipercolesterolemia poligénica presentan concentraciones importantes de colesterol LDL. El nivel suele ser superior a 220 mg/dl. El tratamiento se basa en la administración de resinas, ácido nicotínico y estatinas. Generalmente no es necesaria la administración combinada de las tres sustancias.

Hiperlipemia familiar combinada: En este trastorno los afectados presentan niveles muy elevados de colesterol o de triglicéridos. Se desconoce si la causa se encuentra en uno o varios factores genéticos y no existen rasgos clínicos que permitan diagnosticarla. El colesterol total se sitúa entre los 250 y 350 mg/dl, mientras que los triglicéridos sufren importantes variaciones. El tratamiento consiste en una reducción de peso y de la ingesta de grasas saturadas y colesterol. Para controlar los niveles altos de triglicéridos puede administrarse ácido nicotínico.

Diagnósticos

Tras realizar la exploración física y establecer el nivel de colesterol en sangre se deben determinar los factores que influyen en su aumento, como la dieta, la administración de algún fármaco, o la presencia de alguna enfermedad, y los factores genéticos y de riesgo que favorecen el desarrollo de enfermedades coronarias asociadas a la hipercolesterolemia. La hipercolesterolemia secundaria también puede detectarse mediante análisis de orina, midiendo la concentración sérica de tirotropina, glucosa y fosfatasa alcalina.

Tratamientos

Generalmente todas las personas que sufren hipercolesterolemia deben realizar un tratamiento dietético para reducir el nivel de colesterol LDL, aumentar su actividad física y eliminar los factores de riesgo que puedan favorecer el desarrollo de patologías asociadas. El tratamiento farmacológico se reserva para los pacientes que tienen un riesgo muy elevado de padecer enfermedades cardiovasculares, formas graves de hipercolesterolemia, dislipemias secundarias graves o que no han respondido al tratamiento dietético. Una vez establecido el tratamiento hay que realizar controles periódicos de la concentración de colesterol en sangre.

Tratamiento dietético: Su principal objetivo es evaluar los hábitos alimenticios del paciente y establecer una dieta individualizada en cuyo cumplimiento deben implicarse seriamente no sólo el paciente sino también los médicos y la familia del afectado. De esta manera se intenta alcanzar el máximo cumplimiento del tratamiento. Una vez identificados los alimentos con alto contenido en grasas saturadas y colesterol que ingiere habitualmente el enfermo, se evalúan otros factores de riesgo modificables que puedan asociar la hipercolesterolemia con otras patologías.
En la dieta, ha de tenerse en cuenta que las calorías procedentes de las grasas no deben superar el 30 por ciento del total de la dieta. Se recomienda que las grasas no superen el 30 por ciento del total de la dieta, que aproximadamente el 10 por ciento de las calorías procedan de las grasas saturadas, otro 10 por ciento de las poliinsaturadas y un 10 por ciento de las monoinsaturadas. En todo caso el colesterol debe ser inferior a 300 mg diarios.
Existen tres factores que influyen especialmente en el aumento de colesterol: ácidos grasos saturados o grasas saturadas, ingesta elevada de colesterol y desequilibrio entre el consumo de calorías y el gasto energético. La dieta debe ser pobre en grasas saturadas y colesterol, rica en ácidos grasos monoinsaturados, fibra vegetal e hidratos de carbono. Generalmente la dieta reduce en un 30 por ciento la ingesta de grasas, sustituyendo el consumo de grasas saturadas por el de insaturadas. Asimismo, deben controlarse otros factores como el sobrepeso o la diabetes.

Tratamiento farmacológico: Las sustancias más utilizadas para reducir la concentración de colesterol en sangre son las resinas, el ácido nicotínico y las estatinas. Asimismo, pueden utilizarse derivados del ácido líbrico, probucol o la terapia hormonal sustitutiva con estrógenos.

Otros datos

Medición. El nivel de colesterol total se puede determinar con un análisis de sangre en ayunas mediante la siguiente fórmula: Colesterol LDL= colesterol total – colesterol-HDL (de alta densidad, ‘colesterol bueno’) – triglicéridos / 5 En el caso de haber sufrido un traumatismo reciente, una infección severa, un cambio de dieta o disminución de peso, un embarazo o una intervención quirúrgica, es necesario realizar varios análisis de los lípidos, ya que su nivel puede no corresponder con las concentraciones habituales en el paciente y por resultan poco representativo. Después habrá que determinar si se trata de una hipercolesterolemia primaria o secundaria. También hay que tener en cuenta los posibles antecedentes familiares, que explican la hipercolesterolemia familiar.
Esta enfermedad puede detectarse en neonatos mediante un análisis de la sangre del cordón, aunque esta prueba no llega a ser del todo fiable ya que presenta muchos falsos positivos. Además, el tratamiento en niños debe posponerse hasta el segundo año de vida. Aunque no existe un nivel mínimo de colesterol recomendado, sí se conoce el nivel a partir del cual aumenta el riesgo de padecer enfermedades coronarias.

Consecuencias clínicas: La principal consecuencia del exceso de colesterol en sangre es el desarrollo de enfermedades coronarias. Numerosos estudios han demostrado que las EC son más frecuentes en poblaciones cuya alimentación es rica en grasas saturadas y colesterol, y tienen niveles séricos de colesterol elevados, mientras que en las poblaciones con niveles bajos de colesterol LDL, como Japón y China, es más baja la tasa de enfermedades coronarias. La hipercolesterolemia está íntimamente ligada a la arterosclerosis, una alteración degenerativa que afecta a las arterias en las que se forman placas de ateroma. Estas placas de ateroma son depósitos de diversos lípidos, especialmente colesterol, proteínas y sales de calcio, que obstruyen total o parcialmente los vasos de las arterias y provoca una falta de riego.
Si la falta de riego se localiza en las arterias coronarias que irrigan el corazón se puede producir una angina de pecho o un infarto de miocardio. Si se produce en las arterias cerebrales son frecuentes las hemorragias y trombosis cerebrales. Cuando la obstrucción se localiza en las extremidades puede favorecer la gangrena de un miembro y, en el peor de los casos, su amputación. Asimismo, la arterosclerosis provoca aneurismas o dilataciones excesivas de la aorta que pueden provocar su rotura.
El exceso de colesterol en sangre puede depositarse en diversos lugares del organismo, como la córnea, donde se forman placas amarillentas en la piel y los párpados. Otros factores que facilitan la aparición de ateromas son el consumo de tabaco, la diabetes, la obesidad abdominal y la pertenencia al sexo masculino.

ALGUNOS ALIMENTOS QUE QUIZÁS PUEDAS INCORPORAR A TU DIETA PARA BAJAR TU COLESTEROL

Sabemos que tener niveles de colesterol alto en el organismo puede resultar perjudicial para la salud y significar un importante factor de riesgo cardiovascular. También es sabido que la dieta puede ayudarnos a revertir esta situación, por eso hoy te contemos cuáles son los mejores alimentos para reducir el colesterol.
Dado que la fibra y las grasas buenas son grandes aliados para reducir el colesterol sanguíneo, los mejores alimentos que podemos incluir en nuestra dieta si padecemos de hipercolesterolemia son:
• Avena: combina ingredientes como el ácido graso esencial linoleico, fibra, lecitina y fitoesteroles que en conjunto reducen la absorción del colesterol alimentario en el organismo lo cual ayuda a su disminución.
• Cebada: rica en betaglucanos, un tipo de fibra soluble que también posee la avena y que junto a su contenido en vitamina E antioxidante ayuda a reducir el colesterol en sangre.
• Legumbres: las saponinas que contienen reducen la absorción del colesterol en el aparato digestivo y además, la lecitina se une a éste favoreciendo su eliminación junto a la fibra que poseen estos alimentos.
• Berenjena: su contenido en fibra limita la absorción intestinal de colesterol, así como la que poseen las manzanas, uvas, fresas y cítricos.
• Nueces: por su contenido en fibra, vitamina E y ácidos grasos omega 3, las nueces son ideales para reducir el colesterol en sangre.
• Aceite de oliva: por su contenido en ácidos grasos insaturados y por contener fitoesteroles, favorece la disminución de los niveles de colesterol plasmático.
• Soja: sus fitoesteroles, sus isoflavonas antioxidantes y su fibra son los que vuelven a esta legumbre en particular en un verdadero alimento anticolesterol.
• Pescado azul: los pescados ricos en grasas destacan por su contenido en omega 3 que reduce los triglicéridos y el colesterol malo en sangre para elevar las cifras de HDL o colesterol bueno en el organismo.

Estos alimentos son incluidos en la lista elaborada por la Harvard Medical School en donde se describen los alimentos más eficaces para disminuir el colesterol en sangre.
Si bien ninguno de los alimentos son mágicos sino que merecen ser enmarcados en un estilo de vida sano para producir verdaderos efectos positivos en la salud, sus componentes los vuelven los mejores que podemos incluir en la dieta para reducir el colesterol sanguíneo.

¿LA REFLEXOLOGÍA TIENE SU SECUENCIA?

En efecto, sin desmedro del tratamiento médico desde la reflexología trabajamos la siguiente secuencia para tratar la Colesterolemia

1. -RIÑON
2. -URETER
3. -VEJIGA
4. -ESTOMAGO
5. -PANCREAS
6. -DUODENO
7. -HIGADO
8. -VESICULA BILIAR
9. -INTESTINO DELGADO
10. -COLON ASCENDENTE, TRANSVERSO, DESCENDENTE
11. -GLANDULA LINFATICA DEL PECHO
12. -GLANDULA LINFATICA SUPERIOR
13. -GLANDULA LINFATICA INFERIOR
14. -CISTERNA LINFATICA O CONDUCTO TORACICO

ALGUNOS BENEFICIOS RELACIONADOS DEL YOGA Y ÉSTA PATOLOGIA.
Agradecemos a Rosa Cobos y Miguel Gilbert

• Bajos Índices de Enemigos (azúcar, colesterol ..etc..)
Yoga reduce el nivel de azucar en la sangre y el LDL (colesterol “malo”) y aumenta los niveles de HDL (colesterol “bueno”). Se ha descubierto que en las personas con diabetes que practican Yoga, el nivel de azúcar había descendido de varias maneras: Reduciendo el cortisol y la adrenalina, promocionando pérdida de peso y mejorando la sensibilidad a los efectos de la insulina. Si se descienden los niveles de azúcar, disminuirá el riesgo de complicaciones como son el ataque al corazón, fallos renales y ceguera.
• Moverse más y comer menos. Este es el adagio de cualquier persona que hace una dieta. El Yoga puede ayudar en ambos frentes. Un práctíca regular te pone en movimiento y te ayuda a quemar calorías, y las dimensiones espirituales y emocionales de tu práctica puede estimularte a comer menos y a regular los problemas de peso en un nivel más profundo. Yoga puede también inspirarte a conseguir ser más consciente en los hábitos alimenticios.
• Descenso de la Presión Arterial
Si tienes presión arterial alta te puedes beneficiar mucho con la práctica del Yoga. Dos estudios de gente con hipertensión, publicados en la revista médica británica The Lancet, comparaba los efectos de la postura Savasana (postura de Relajación Profunda Consciente) con el acto de echarse a descansar sobre un sofá. Después de tres meses, Savasana fue asociada a 26 puntos de bajada en la presión sistólica (la numeración alta) y a 15 puntos de descenso en la presión diástolica (la baja) y cuanto más alta era la “alta” inicial, el descenso era más acusado.
• Corazón a punto
Cuando se toman regularmente las constantes cardíacas al realizar ejercicios aeróbicos, se constata que son buenos para disminuir el riesgo de ataque de corazón y alivian las depresiones. Ya sabemos que no todo el Yoga es aeróbico, pero si se realiza vigorosamente, mediante el Yoga en movimiento, o asanas encadenadas, (por ejemplo el tipo de Yoga Ashtanga), se puede adiestrar al corazón a fortalecerse dentro de una constante aeróbica. Pero incluso, aunque no se realizara ese incremento de esfuerzo aeróbico, y fuera más tranquilo, lo que sucede muchas veces en Yoga, las asanas y los ejercicios respiratorios pueden aumentar la mejora de las condiciones cardiovasculares. Los estudios han demostrado que la práctica del Yoga, baja los latidos del corazón en reposo, aumenta su fortaleza e incrementa su potencial de suministro de oxígeno durante el ejercicio, lo cual demuestra que es enormemente beneficioso aunque se esté practicando un deporte. Otro estudio también ha descubierto que los sujetos que practicaban Pranayama (técnicas respiratorios de Yoga) eran capaces de realizar más ejercicio con menor suministro de oxigeno.
• Mejora de la Circulación
Yoga hace que la sangre fluya. Más específicamente, los ejercicios de relajación que se aprenden en Yoga pueden ayudar a la circulación, especialmente de los pies y de las manos. El Yoga transporta más oxígeno a las células, las cuales funcionan con mejores resultados. Las posturas de torsiones están pensadas para “escurrir” la sangre venosa de los órganos internos y permitir que la sangre oxigenada fluya hacia ellos, cuando se suelta la postura. Las posturas invertidas, como la Inversión sobre las Manos, la Cabeza o los Hombros (La Vela por ejemplo), instan a la sangre venosa de las caderas y las piernas a que fluya hacia el corazón desde donde es lanzada a los pulmones para ser oxigenada y refrescada. Esto es de mucha ayuda si se sufre de hinchazón en las piernas, debido a problemas de corazón o de riñones. Yoga también mejora los niveles de hemoglobina y células rojas, que transportan el oxígeno a los tejidos. Además, adelgaza la sangre haciendo que las plaquetas estén menos pegajosas y cortando el nivel de proteínas coagulantes en la sangre. Esto ayuda a disminuir la incidencia de los ataque de corazón e infartos, ya que los coágulos son muchas veces los causantes de los mismos.

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